Hace muy pocos días conocíamos el CAMPITEATRO, proyecto ganador del Concurso Infatil de Arquitectura, que se popularizó con el nombre de «Plaza de la buena suerte» debido a un enorme trébol de cuatro hojas que los niños habían diseñado para que hiciese las veces de escenario.
Poco después, asistimos al derribo histórico de la tapia de Coso 182, el espacio de uso publico transitorio (antes un viejo solar) para que, hasta la edificación del futuro edificio, acogiera esta interesante propuesta que está destinada a ser de disfrute de vecinos y viandantes.
Y este es el aspecto que presentaba la semana pasada. Las intervenciones de recuperación están tan avanzadas que ya podemos advertir las formas que muy pronto darán vida a este lugar.
Paso todos los días por el no solar. Todavía no me ha quedado muy claro si está acabado o no. Todavía no he visto a nadie dentro!!!
no, todavia no esta’ terminado, pero falta muy poco…